La validación emocional es el proceso en el que aceptamos lo que estamos sintiendo ante las situaciones que vivimos, escuchando nuestro cuerpo y nuestra mente (pensamientos) para generar aprendizaje en cuanto a gestionarlas y volver al bienestar.

Aprender a validar emociones puede no ser fácil para muchos niños. Es un proceso de aprendizaje complejo, que implica una profunda aceptación de las emociones de uno mismo y de otra persona; sin juzgar, sin intentar cambiar lo que se está sintiendo en ese momento. 

Validar las emociones nos ayuda a construir nuestra confianza y aumentar los vínculos afectivos y disminuye las sensaciones de aislamiento.

Frases que pueden usar los padres y madres para conectar con sus hijos ayudarles a crear este aprendizaje podrían ser: 

  • ¿Qué puede hacer mamá para que te sientas mejor cuando estás triste?
  • ¿Quieres que investiguemos juntos qué es eso que nos hace sentir así?
  • Vamos a hacer respiraciones juntos para relajarnos y sentirnos mejor (proponemos una práctica Mindfulness)
  • Vamos a cerrar los ojos y nos imaginamos en un sitio seguro ¿cuál sería el tuyo? 

Es importante entender que las emociones negativas también existen y son válidas. Una vez hayamos conseguido aceptarlas como parte de nuestro ser, seremos capaz de gestionarlas. Cuando validamos, corroboramos la importancia de lo que siente la otra persona. 

Junto a su familia el alumno visualizará el video que tenemos a continuación para que conjuntamente con sus padres puedan poner nombre y sepan la función que tiene esa validación para darle el espacio necesario. Una vez terminada la visualización, el alumno escribirá en su libreta personal los cambios que ha experimentado al compartir y aceptar lo que ha sentido en algún momento determinado e intentará trabajarla. También deberá escribir una acción cotidiana de su día a día e intentar poner consciencia y atención de las situaciones que le generan algún tipo de emoción.